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Ser “pata i’ lana” no da alas

No se trata de un estudio científico, pero si está comprobado por un hombre que se tiró de un segundo piso para no ser atrapado por el esposo de su amante.

La historia parece traída de alguna escena de una serie, novela o película, pero es sumamente real y ocurrió en la ciudad de San Juan. Allí, un joven se salvó de una golpiza, o quizás algo peor, del esposo de su amante, pero no pudo evitar los golpes causados por la caída desde un segundo piso.

Un hombre había caído desde uno de los tantos monoblocks del barrio Rivadavia Norte. Hasta ahí, nada del todo extraño. Un accidente con suerte porque el hombre salió apenas con golpes, aunque igual los vecinos llamaron a la ambulancia porque no se podía levantar.

Pero detrás de la caída había una verdadera telenovela que, como suele ocurrir en estos casos, corrió como reguero de pólvora en el populoso complejo habitacional de Rivadavia. La versión de los vecinos y que también le llegó a la policía (fue llamada por las personas que se acercaron a asistirlo), es que este hombre no se cayó, sino que se tiró de un segundo piso (unos 6 metros). Y hay más: lo hizo escapando de un departamento.

¿De que huía? Fuentes consultadas por el Diario de Cuyo coincidieron en que el muchacho dijo que se tiró para que no lo viera la pareja de la mujer con la que estaba teniendo relaciones en ese preciso momento, a eso de las 13:30 de este lunes.

Era saltar o lo pescaban. Eligió la primera opción y, hasta lo que se sabe, no fue advertido por el otro hombre que subió las escaleras hasta el departamento donde estaba su mujer. Tampoco bajó la chica a auxiliarlo, precisaron las fuentes.

El hombre de 29 años fue llevado al Servicio de Urgencias Hospital Rawson, lo revisaron y los médicos sólo advirtieron politraumatismos varios, pero ninguna lesión ósea, que por la altura que cayó sin dudas tuvo fortuna.

 

Fuente: Diario de Cuyo.

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