Padre Altamiranda: “Yo les pediría un poco más de sensibilidad, y tal vez escuchar y confiar un poco más en la palabra del otro”

El padre Fernando Altamiranda habló sobre la situación social que desembocó luego que, varios comerciantes y trabajadores fueran aprehendidos por la policía en algunos casos de manera agresiva.

El padre Altamiranda sostuvo que, “no estoy a favor del atropello y del abuso tal vez de la autoridad, pero tenemos que aprender a ver también cuál es mi responsabilidad en todo eso, a veces caemos en ese ritmo de la permisividad de mí mismo, y si no respeto ciertos horarios estoy poniendo en riesgo mi vida, mi integridad, sino también mis bienes”.

En las declaraciones, el presbítero agregó, “yo entiendo que estamos cansados con un horario que nos restringe, estamos cansados de tener que remar cada día con muchas necesidades. Hay familias que están sin trabajo y sin oportunidades, Las Termas de Río Hondo ha vivido siempre del turismo y de todo lo que genera el movimiento de gente, y que este año no se ha podido dar y lo hemos sufridos todos. Entiendo a mí también como persona y como sacerdote el hecho de tener cerrada la iglesia y limitado cualquier actividad pastoral, ha sido un desafío muy grande que por ahí ha generado desanimo, ha generado un poco de desesperanza, más que nada desánimo, que creo le ha pasado también a muchos o sino a todos, pero creo que todavía tenemos que aprender a asumir nuestra responsabilidad en este protagonismo”.

“Tal vez estos abusos de parte de la autoridad de la policía o de quienes tienen que asegurar nuestra seguridad, serían diferentes si colaboráramos de manera diferente”, sostuvo el párroco, y agregó, “pero por otro lado, a las autoridades de la fuerzas, los que tienen que organizar también a los policías o a quienes nos brindan esta seguridad en este tiempo, yo les pediría un poco más de sensibilidad, y tal vez escuchar y confiar un poco más en la palabra del otro”.

También apuntó que, “hay gente que por ahí, tal vez por una cuestión de trabajo, un negocio, un supermercado, un local, no está cerrando a las ocho, ocho y media de la noche, siempre se estiran un poco más dentro de los horarios permitidos, pero yo creo que en la medida de lo posible uno tiene que también poder demostrar que su presencia afuera no es simplemente porque no está  con ganas de estar en la casa, pero por el otro lado también de tener esa sensibilidad tal vez de poder tratar de manera diferente al civil”.

“A veces el uniforme nos pone en una categoría superior a los demás, y yo creo que es ahí donde la fuerza policial tiene que aplicar un poco la ética, y tiene que aplicar también un poco de humanidad o humanización en su manera de tratar también a la gente”, puntualizó el presbítero local en referencia a la policía.

Finalmente, expresó, “uno escucha voces de un lado y del otro y cada lado tiene su razón y tiene tu verdad, pero yo creo que aquí viviríamos o lo llevaríamos de una manera diferente si es que pudieras colaborarnos unos con otros, y no por ahí simplemente pensar que, si he salido un día en un horario que no correspondía y no me crucé con ningún patrullero, con ningún policía, lo voy a poder hacer siempre, no se trata tampoco de eso, creo que es parte de nuestra responsabilidad”.